tir bumton

pagando el duro precio
que lleva estar contra lo injusto
todo lo restregado por el benefactor
será esa maldita suciedad
mierda lucida, el contaminado dar
mi recibir de tibiezas
y mi retribución de quemaduras
-se acerca mi cumpleaños-

cristal contiguo

en lo contiguo en lo que va la vida

en lo que brilla un aura en lo profundo

entre la irregularidad

en las comisuras

donde el diamante en su paso

en su punta cortó eso hace mucho tiempo

como se debió presumir

sentido sobrevolando

tragado por una garganta aglomerada

donde hay mas sub-niveles 

donde hay ventanas en lugar de puertas

en el lugar estratégico para la enajenación 

donde puedes malinterpretar lo que haces bien

y usarlo de arma

el agua esta tan cristalina

cuando crees usarlo de paraguas

la marchitada madrugada

Lo que cuenta

es observar las paredes

yo nací para eso. 
Nací para robar rosas de las avenidas de la muerte

C. Bukowski

porque preferiría robar la vida de un libro

a robar un alimento para seguir viviendo,

destruir por la creación inmortal


resolver mi falta de vida

sustituir de delirio

mi incomoda ausencia

ya tendremos flores fuera de las tumbas

en las casas en las alcantarillas

en el mar en el fango

donde pasemos

pero preferimos robar la vida

al tiempo que jamás la tiene


robemos el tiempo


para fracasar en el intento


la vida que fue tiempo fue en vano


por las esquinas se prolifera la visita

de escoger cual camino tomar

y encontrar caminos sin vida

la desilusión

solo con el asecho de la muerte

que jamás robo a nadie

que tiene el tiempo para calcular

las multiplicaciones

por lo que no supimos sustentar

(ni la habrá)

aquí ya no hay esa oportunidad

cantimplora

llevado por mi estatismo
y puesta de afligido desde el gotear de la fuente
desde la ornamental,
los oscuros deseos dejan su tinta
para chocarnos en ellos
con su retroceso,
es lo que diferencia la vida
de no tenerla por milésimas de segundo
y tener todos los caminos
recordar todos...
y clausurar todos...

eran aves

 
el cuadrado que ahora contiene mis visiones
espontaneo el camino tejido con mis ropajes
nada queda mas que hacer pedazos, recogerlos
y defendernos de los ladrones de la desnudez 
 
desde nuestro enunciado, desde el todos podemos
hasta el del todo recurrimos, lentas burbujas suben 
en el vaso escalan la ciencia, mucho que limpiar,
no tenemos mas esponjas
 
plus de contestaciones reflejadas en las dagas
mas los rayos de sol, estamos muy cansados
de romper lo frágil y esperar las piedras
ayer vimos a nuestro precursor escapar
 
ayer las piedras eran rápidas, hoy son aves
volando a nuestro nivel, contemplarlas requería
una técnica evasiva que no permitía concentrarse
en escribir poemas, por que ayer los éramos

he aquí donde no hay escape

la poesía nunca es escape

pero leerla hace otro sentimiento

no el de ser escrito

-no algo tan cursi-

si no de recibir la imagen

y mecerla mirando su sombra

preguntar ¿a dónde termina?

-si tampoco veo el infinito-

de esa manera

lo que ha mantenido la cabeza de mi cuerpo

y mi cuerpo de la tierra, es lo sentimental

que no me hace sentir solo

cuando se me acorta la respiración

por la arquitectura donde estoy alojado

con una calor, pronunciada

y el daño que recepto al escuchar,

lo que jamás sabe dar

un consejo

(aunque de ello ya lo dije antes

es mejor desafectarse)

y en un poema

que no sea de instrucciones destructivas

pueda edificar un descansado

y así seguirle a cualquier instrucción

como la de usar un control remoto

descensos al jardin

juntado el junco y el enredado
postal suficiente para abordar la carga
incitar a pelear con protección en los dientes 
y llegar a hospitales con la razón vendada

yerta anunciada, fregadero bajo un charco, alimento de oligopsonio almizclero
esperaban taxis donde a esa hora los buses iban ardiendo,
en toda la carretera con un viento traído del peor hemisferio 
la esperanza a muerto de espanto
con eso y los indicios de tortura posterior al atropellamiento

un camino de lagrimas
me lleva de un color específico de una flor
plantada con todos los nombres de ornamenta y macetero,
ahora todo es marchitándose