asustaban como a la luz
dirige un aserradero
miles de palabras se
convertían en polvo
las pisadas se encargaban
de venderlos
primeramente tomaban un
sabor cortalenguas
licores
picores
una osamenta con nombre
encontrada en una mina de oleos
tenía un ruido que
guardaba en el bolsillo
había un grito suyo
cautivo
regalaba las monedas que
todos perdían para seguir de indigencias
la última vez que alguien
escribió de este anonimato
fue puesto encima de un
titular de enigmas, página 16
cambio de página 56 mm 87
grados de inclinación, de pie
ante un acantilado, luego
de estar por última vez completo
era el secreto del rojo de
las cerezas
una carrera al eje, para
destruirnos
para hacer del sol otro
cielo sin paraíso
la cara oculta del sol es
un infierno cálido
una carrera al sol para
oscurecernos
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