EL ULTIMO RECUERDO DE LA AORTA
El pasquín moviendo los hilos que estrangulaban
son sus cuerdas bucales una trampa de personas que escuchan,
saben pensar, y contestan con cualquier silencio, no están invitadas
por el mal que hacen, igual los oídos son el amanecer del infierno
es el cerebro un paraíso que va muriendo al mismo tiempo,
se figura que se vive, se está escuchando pero jamas se piensa en su corazón, otro capitulo de los dolores en desolación, esos que ahora son el éxtasis cuando no van tomados del brazo con esa arteria, la aorta era el alma que la pena fortalecía, yo era un niño con el recuerdo de aquella alma, había una melodía de una canción sobre los rechazos que me hacia fuerte, originalmente era una naturaleza empantanada, era la canción de los animales en un amanecer que alguien cantaba, yo me encuentro con ellos cuando me siento sin aire, otro globo se esta elevando con solo hablar, estoy invitado no soy inocente cuando es una verdad, una sincera comitiva de desmedro de compensaciones en mi presencia, que se elevan en un triunfo de bondad que jamás entenderé, solo mastico la melodía, hasta volverla el bosque con el cual abandono esos palpitares que me volvieron una piedra